Con la llegada del crucero Coral Princess a Bahías de Huatulco este fin de semana, la región ha recibido ya 25 embarcaciones en 2024, lo que representa una derrama económica de 52 millones 24 mil pesos. Este logro posiciona a las playas de Santa María Huatulco como un destino turístico de clase mundial, con la expectativa de cerrar el año con 26 cruceros arribados.
Resultados significativos en 2024
Durante el año, los cruceros transportaron a 46 mil 201 pasajeros y 19 mil 849 tripulantes, fortaleciendo la economía local y beneficiando a sectores como guías turísticos, artesanos y taxistas. El gobierno estatal destacó que, a través de su participación en la Unión de Secretarios de Turismo de México (Asetur México), se están desarrollando estrategias para incrementar la llegada de cruceros y mejorar la experiencia turística.
Sin embargo, la industria de cruceros en México enfrenta un desafío significativo: el incremento del impuesto de 42 dólares por pasajero, que aunque pospuesto hasta el 1 de julio de 2025, genera incertidumbre.
Reacciones de los cruceros en Huatulco
La Asociación de Cruceros de Florida y el Caribe (FCCA) y la Asociación Mexicana de Cruceros (Amepact) han expresado su preocupación por el impacto económico que podría tener esta medida. Según estas organizaciones, el incremento impositivo afectaría a las comunidades costeras, reduciendo la competitividad de México frente a otros destinos globales.
“La reducción en ingresos por turismo podría derivar en pérdida de empleos en sectores clave como el transporte, el comercio local y los servicios turísticos”, advirtió Amepact.
Bahías de Huatulco en el centro del desarrollo turístico
En Oaxaca, las autoridades estatales han sostenido reuniones con representantes de navieras para evaluar y atender las necesidades del sector. Estas acciones buscan mejorar la infraestructura portuaria y fortalecer los atractivos de Bahías de Huatulco, asegurando su competitividad en el mercado de cruceros.
Mientras el Coral Princess reafirma el éxito turístico del destino, la región enfrenta el reto de mantener su crecimiento económico frente a políticas fiscales que podrían cambiar las reglas del juego.