En un mundo cada vez más conectado, las redes WiFi y los teléfonos inteligentes se han convertido en herramientas indispensables para la vida diaria. Sin embargo, un reciente estudio realizado por investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) ha arrojado resultados alarmantes sobre los posibles efectos perjudiciales de las ondas electromagnéticas que emiten estos dispositivos. Según los expertos, la exposición constante a estas ondas podría tener consecuencias serias para la salud humana, desde daños al ADN hasta trastornos físicos y mentales.
¿Qué Son las ondas electromagnéticas que provoca el WiFi?
Las ondas electromagnéticas son campos de energía que se propagan a través del espacio, generados por cambios en los campos eléctricos y magnéticos. Este fenómeno es similar al que ocurre con la luz solar, las radiaciones cósmicas o incluso las transmisiones de radio. En el caso de los teléfonos móviles y las redes WiFi, las ondas emitidas tienen frecuencias específicas que permiten la transmisión de datos y la comunicación entre dispositivos. A pesar de su ubiquidad en nuestra vida diaria, el impacto de estas ondas en el cuerpo humano aún no se comprende completamente, y el estudio del IPN está dando un paso significativo en esta investigación.
La investigación del IPN: Un estudio preocupante
Durante un periodo de cinco años, entre 2015 y 2020, los científicos del IPN llevaron a cabo una investigación para evaluar los efectos de las ondas WiFi emitidas por los teléfonos móviles en la salud de los seres vivos. Para ello, se expuso a más de 300 ratones a frecuencias específicas de las ondas utilizadas por los celulares de segunda generación (2G) y los módems de WiFi. Los roedores fueron sometidos a exposiciones prolongadas a ondas de 860 MHz con 0.5 W de potencia, correspondientes a la señal de un teléfono móvil, y a ondas de 2.4 GHz con 0.1 W de potencia, similares a las de un modem WiFi común.
Resultados y daños a la salud
Los resultados del experimento fueron sorprendentes y preocupantes. La exposición prolongada a estas ondas electromagnéticas mostró efectos devastadores en la salud de los ratones, destacando los siguientes hallazgos:
- Estrés Oxidativo: Uno de los efectos más preocupantes fue el aumento del estrés oxidativo, un proceso biológico que puede generar daño celular y se asocia con el desarrollo de enfermedades graves como el cáncer.
- Daño Testicular: Se observaron alteraciones en los tejidos testiculares de los roedores, lo que sugiere un posible impacto en la fertilidad y la salud reproductiva.
- Efectos Neuropsiquiátricos: Los ratones expuestos a las ondas mostraron signos de daño neurológico, incluyendo la muerte de células cerebrales, lo que puede derivar en trastornos psiquiátricos y problemas cognitivos.
- Daños Severos al ADN: La investigación también reveló alteraciones en el material genético de los roedores, lo que podría tener implicaciones graves para la salud a largo plazo.
- Dificultades en el Desarrollo Físico y Motor: Además de los efectos biológicos directos, los ratones presentaron dificultades en su desarrollo físico y motor, lo que sugiere un impacto en la función orgánica general.
El estudio realizado por los investigadores del IPN subraya un punto crucial: los efectos de las ondas electromagnéticas no son inmediatos. En este caso, los resultados se analizaron a lo largo de varias generaciones de ratones, lo que demuestra que los daños pueden acumularse con el tiempo. Roberto Linares y Miranda, uno de los líderes del estudio, explicó que las investigaciones no solo apuntan a efectos a corto plazo, sino a la posibilidad de que las generaciones futuras presenten problemas más graves debido a la exposición continua.
